viernes, 21 de marzo de 2014

Probando la nueva generación: Wii U.

Estos últimos meses hemos estado probando esta nueva generación de consolas desde sus orígenes, y la verdad, me apetece comentar algunas impresiones generales. Antes de nada recordar que este blog no se orienta con el lenguaje de pseudocrítico de cine tan pedante que va adquiriendo poco a poco la prensa de los videojuegos. Sólo vamos a centrarnos en ver qué nos parece desde un punto de vista cercano y ameno, haciendo referencia a un artículo anterior, de jugón a jugón, dejándonos de eufemismos porque sí, como "gamer".

Bueno, supongo que lo suyo es empezar por Wii U, que además lleva bastante más tiempo en el mercado. Tiene sus pros y sus contras, me explico. Hay una gran contra que le veo, y es el catálogo de lanzamiento (o pseudolanzamiento, es decir, a los pocos meses de lanzar la consola), me refiero a que Nintendo siempre ha sacado tres o cuatro juegos insignia al sacar una consola que se convierten en clásicos imprescindibles a lo largo de la vida de la misma, aunque luego saquen muchos más que sean geniales. N64 tenía su 'Mario 64', la Cube tenía el 'Rouge Leader' o la Wii el 'Mario Galaxy'. Quizá es uno de los problemas, que te falta ese juego insignia de la Wii U (esperemos que acabe siendo el Smash, ¡oh, por los dioses que lo sea!).

El mando de Wii U es muy grande; los asiaticos muy pequeños (sólo la cruceta ya es igual de grande que sus cabezas).

Dicha esta pequeña tara, toca hablar de lo bueno que no es poco, es una consola de Nintendo y eso se nota. Si eres fan de Mario y compañía, disfrutarás como un niño porque bien es cierto que todo tiene ese Nintendo Power. Es una idea difícilmente explicable pero, si eres fan de la gran N, lo comprenderás conforme cojas una Wii U, quizá una manera de explicarlo sería... Wii era (y es) una gran consola, pero su proyección al gran público era ese mensaje de que todo el mundo puede jugar. Superado ese cliché del mundo de los videojuegos, el mensaje está más que claro así que... ¿Recordaís ese aire tan Nintendo que tenía Game Cube? Pues es la sensación que te deja una Wii U. ¡Sencillamente es genial!


Hablemos de los juegos, de los que de momento tenemos, mis favoritos serían los New Super-Luigi Mario Bros. Vale, que son un más de lo mismo, pero cuando algo es sencillamente tan guay ¿por qué cambiarlo? Si no está roto, no lo arregles. En eso Nintendo ha aprendido la lección y sabe que a los fans nos gustan las cosas como están. Siempre habrá experimentos y hueco para la inovación pero también sabe que a los perros viejos nos gustan los juegos de toda la vida. Mención especial para Super Luigi Bros y su desafiante dificultad y al nuevo personaje (ya salía en el Mario pero, en este Luigi Bros es controlable).

Caco gazapo, el primo quinquillero de los furbies.



Sobre las versiones de juegos multiplataforma, pues oye, está muy bien por eso de poder jugar desde el mando si alguien quiere usar la tele para otra cosa, es otra portátil en casa (que al fin y al cabo es donde jugamos el 90% del tiempo con nuestras portátiles). Lo bueno de probar juegos en diferentes plataformas es que te hace ver que lo realmente importante es el juego en sí, no la plataforma, porque al fin y al cabo acaban siendo variaciones mínimas de un mismo producto.

La única pega del mando es la batería... uff, se acaba con bastante facilidad, y maticemos, aguantar aguanta unas 3 horas... Pero eso de tener que estar todo el rato enchufándola con su propio cable a la luz, cansa... y gasta más luz que un mando normal.

Hay especial ganas de echarle el guante al Mario 3D World, juego insignia de los que antes comentábamos. Lo que pasa es que queda un regomello, ya que aunque da esa impresión de ser sencillamente un juego 10, no es lo mismo que el Galaxy o el 64. Supongo que es ponerle pegas un poco porque sí, pero vamos que la balanza gana en lo positivo, eso seguro.

En definitiva, Wii U es una consola de Nintendo para fans que disfrutarán como enanos con ella. Sencillamente genial (y diferente). Ufff, ¡no se pueden aguantar ya las ganas de viciarse al Smash! ¡Oh! Y no olvidarse tampoco del 'Hyrule Warriors'.

"¡Bieeen Fox! ¡Pártele la cara a este crío desproporcionado! ¡Yo te apoyo!"

sábado, 23 de noviembre de 2013

Los chinos también pegan.



En defensa de aquellos juegos que la gente no suele conocer, tengo algo que deciros. Probablemente ya muchos de vosotros conoceréis esta serie pero tan solo estoy reivindicando que lo juegue más gente (como ya deberíais haber hecho con Fighters Megamix). El caso es que en plena adolescencia hubo un juego de Play 2 que quedó grabado en mi retina y que probablemente podría ser el título de dicha máquina al que más horas he echado. En época donde se estrenaban las películas de “El Señor de los Anillos” y las batallas multitudinarias estaban tan de moda, yo ya llevaba un tiempo buscando un juego que me permitiera partirles el espinazo a una cantidad ingente de enemigos (de hecho llevaba buscando un título así desde “Gladiator”, peli cuya batalla inicial quedó grabada en mi memoria). 

El juego en cuestión era Dynasty Warriors 4, me llamaba mucho su temática y además había sido Nº1 indiscutible en Japón durante meses, así que decidí probarlo. Quedé completamente enamorado del mismo desde el primer momento. Tenía el poder cogerte muchos personajes diferentes y la personalidad de un juego de lucha con la jugabilidad asequible de un beat n up y una temática muy atrayente. Así que ese chaval inquieto se puso a investigar. El juego se basa en un libro llamado “El Romance de los Tres Reinos” de Luo Guanzong, que vendría a ser algo así como el Quijote de la cultura china. Montones de héroes con nombres bisílabos como Cao Cao o Liu Bei repartiendo tollinas con múltiples armas y un multijugador de los de toda la vida, con tu amigo al lado con el segundo mando ¡cómo tiene que ser!

Carlos Jesús utiliza su ataque "Fiu fiu" para mandar a los chinos a Raticulín.



Encima tubo varias expansiones entre las que se contaba “Empires”, que te daba todo lo mejor de conquistar China por turnos reclutando generales y ejércitos y cayendo bien a la gente (o matándolos de hambre). Un título sublime que viene arrastrando continuaciones con la misma temática hasta día de hoy. No os estoy diciendo que los juguéis todos, pero al menos dadle un tiento a uno.
 
Además la compañía ha venido explotando la fórmula que tanto éxito le ha dado en Japón hasta día de hoy con otras franquicias como “Samurai Warriors” (¡qué me dices! Nunca hubiese adivinado que este juego fuese de samuráis). Y también tiene algunas incorporaciones al mundo de la estrategia como los “Romance of the Three Kingdoms”.

Lo curioso es que el libro en cuestión nunca ha sido traducido a nuestro idioma, una lástima ya que si bien tendría un público muy específico ¿no hay ya bastantes biografías de famosillos quinceañeros? Para los que le interese el tema también hay un par de comics y series de dibujos interesantes sobre el libro, y ¡hasta un culebrón chino!

Esto bajamos un rato al chino de la esquina y entre todos sacamos la traducción.



Para finalizar tan solo comentar una curiosidad, el hecho de que aunque en Occidente vamos por el Dynasty Warriors 8, en Japón se van por el 7 ¿por qué? En Japón se lanzó para la primera Playstation el “Sangoku Mosou” que en Occidente se tradujo como “Dynasty Warriors”, un juego de lucha basado en personajes de los Tres Reinos. Luego reinventaron la fórmula con sus características batallas multitudinarias para PS2 y lo llamaron “Shin Sangoku Musou”, pero en Occidente “Dynasty warriors 2”.

Dicho todo esto sólo queda que le deis una oportunidad, y a ver si con un poco de suerte ‘Koei’ (la compañía a cargo de la saga) se anima a traer todos sus lanzamientos a Occidente (aunque hay que reconocer que acaba trayendo buena parte, pero puestos a pedir…). Así que como decía en su día Joaquín Prat en “El Precio Justo” ¡A jugaaaaar!



Diferencias del lenguaje.



La marabunta léxico-semántica a la que nos vemos sometidos en esta especie de sociedad 2.0 sinceramente hace que uno se quede totalmente descolocado, me explico:
El otro día vi un juego de mesa sobre la cultura friki en general, pero espera, se publicitaba como el juego geek definitivo… Sé lo que quieren decir con eso de geek pero, en serio ¿de verdad es esto necesario? El friki de ayer, hoy en día es un geek, el gafapasta de toda la vida ahora es un hipster, o el pardillo pagafantas que todos conocemos, ahora está en la friendzone… Dentro de poco a las vacas va a haber que llamarlas milkie-horses. ¿Por qué esa necesidad de coger un palabro tan ricamente existente y sustituirlo por uno que suene como más guay?

Lo cual hace que me planteé una cosa, soy friki, rematadamente friki y lo llevo siendo desde que tengo capacidad de dicción. Viendo Goku o los Caballeros del Zodiaco mientras jugaba al Mortal Kombat y estaba de moda el Rambo Total y las cosas en 3D se veían con unas gafas con unos plastiquitos rojo y azul. No pasa nada, me siento orgulloso de ser friki y en aquella época todo el mundo discriminaba a todo aquel que dijera “It´s a Trap!”. Recuerdo el caso concreto en que unos chavales no paraban de reírse porque sabía que los caminantes cuadrúpedos de EL Imperio Contraataca se llamaban AT-AT. Pero ahí estaba y nunca renegaré de mi herencia firki.



El problema viene con las puñeteras modas. Conozco a un tipo que toda su vida se ha vestido como un leñador canadiense y ahora se supone que va a la moda por tener barba y camisa de cuadros ¿hemos perdido el juicio? Recuerdo el caso del Manga, cuando era pequeño nadie lo veía o leía, hace unos años todo el mundo estaba flipado con cualquier nimiedad que les sonara a japonés, y a día de hoy es una cosa de gente que se disfraza de personajes raros y de nuevo, ahí está la palabrita, cosplay. Imaginemos que es Halloween:

-“¡Oh! ¡Qué disfraz de Drácula tan chulo!”

-“No, perdona, es un cosplay del señor de los vampiros”

Carlitos del Drácula de Castlevanía Symphony of the Night

 
Y el caso es que todo el mundo quiere seguir las modas, y por eso todo el mundo hoy quiere ser friki. Te viene gente diciendo que le gustan mucho los videojuegos pero no tienen ni idea de lo que es el Contra. De ahí que se tengan que inventar semejantes palabros, porque se dan cuenta que el original tiene cierto puntito discriminatorio ya que proviene de la denominación de una minoría y como todas las minorías está discriminada. Pero ¿sabéis qué? ¡Que podéis discriminarme cuanto queráis! Porque no quiero ser geek, me siento muy orgulloso de bailotear en mi coche cada vez que suena Rick Astley y poder decir después que soy un cacho friki.

Así que amigo pagafantas que estuviste tanto tiempo aguantando a esa zorra para que luego se fuera con un cani musculitos…¡no estás en la frienzone! Tú sigues siendo un pagafantas pero no te preocupes, porque ella sigue siendo una zorra. Amigo modernillo quizá todo esto es demasiado mainstream para ti, pero tú sigues siendo un gafapasta. Y sí, quizá esa gente se reía en su día de un crío que sabía diferenciar claramente un AT-AT de un AT-ST Wallker, pero ¿sabéis por qué? Porque puedo decir orgulloso que: ¡Estoy hecho un Friki!